La gala de entrega de los Globos de Oro es uno de los grandes acontecimientos para la industria del cine Hollywoodiense, justo por detrás de los Oscars. Y, aunque todo esté medido a la perfección, siempre hay algún cabo suelto que termina en desternillantes y sorprendentes anécdotas.
Denzel Washington es uno de los veteranos en el cine, así que lo lógico es pensar que está acostumbrado a esta clase de eventos. Sin embargo, tras recibir su Cecil B. DeMille en 2016 no pudo dar su discurso.
No porque no se lo esperase y no hubiera preparado unas palabras para sus seguidores, sino porque no podía leerlo. El actor se había dejado las gafas de leer en casa y cuando miró a su mujer pidiéndola ayuda ella tampoco se había acordado de llevarlas.
Muy comentado fue también el extraño gesto que hizo Leonardo DiCaprio en 2016 cuando Lady Gaga pasó justo por detrás de él para recoger su premio como mejor actriz de miniserie por su papel en 'American Horror Story: Hotel'.
El galardón sorprendió a más de uno, entre ellos el protagonista de 'El Renacido' y 'El Lobo de Wall Street'. No en vano, en el momento que la cantante y actriz fue a recibir su Globo de Oro, las cámaras pillaron al actor riéndose a carcajadas. Aunque no se sabe con exactitud qué le hacía gracia, su gesto es lo más recordado de aquella edición.
En 2014 hubo algún otro momento anecdótico, pero el que más destacó fue el de la actriz Amy Poehler, quien presentaba la gala. La intérprete, al enterarse que había sido galardonada con el Globo de Oro a mejor actriz de comedia de televisión por 'Parks and Recreation', decidió celebrarlo dándole un morreo a Bono, el vocalista de U2.
Año sin gala
Por otro lado, la ceremonia de 2008 también será recordada, pero porque no llegó a celebrarse. La asociación que organiza los premios decidió cancelar el evento porque muchos actores y actrices que optaban a los Globos de Oro anunciaron que no irían a la gala para apoyar la huelga de guionistas. Una rueda de prensa en la que se dijeron todos los ganadores sustituyó el acontecimiento.
Diez años antes, en 1998, los Globos de Oro dejaron un par de momentos inolvidables. Por un lado, Jack Nicholson mostró su culo al recoger el premio Cecil B. DeMille sobre el escenario. El otro ocurrió al dar el premio a mejor actriz dramática en televisión. La ganadora, Christine Lahti, se encontraba en el baño, por lo que tuvieron que ir a buscarla allí ante las risas de los invitados. Al año siguiente ella misma bromeó con lo sucedido al subir al escenario con un trozo de papel higiénico pegado al pie.