Dani Rovira (Málaga, 1980) ha conquistado hoy el Goya al mejor actor revelación por su papel de Rafa en "Ocho apellidos vascos", la comedia que batió en 2014 todos los récords de taquilla del cine español.
Rovira, también presentador de la gala de esta 29 edición de los Premios Goya, se ha impuesto a Jesús Castro por "El Niño", a Israel Elejalde por "Magical Girl" y a David Verdaguer por "10.000 km".
"¿Cómo se hacen tantas cosas a la vez?", se preguntó entre risas el actor, emocionado por un premio que "es de mucha gente".
"Vivir en este universo, esta galaxia que estoy viviendo se lo debo a mucha gente, a mis padres y al montón de estrellas bonitas con las que me he cruzado. 'Ocho apellidos' ocho apellidos ha sido el cometa Halley", señaló.
Rovira dedicó al premio a su familia, a sus amigos, "al grandísimo Emilio Martínez Lázaro" -director de "Ocho apellidos vascos"-, a sus compañeros de reparto y a todos los que han hecho posible esta película. Pero en especial se lo dedicó a "la mejor compañera en todos los aspectos".
"Yo me quedo con la peana y tú te quedas con el cabezón. Va por ti, Clara", dijo el actor dirigiéndose a Clara Lago, coprotagonista de la película y su pareja en la vida real, que se mostraba emocionada.
El actor recogió el premio de manos de Jorge Sanz y Terele Pávez, que abrió el sobre con el nombre del ganador antes de tiempo y se mostró de lo más expresiva mientras guardaba el secreto.
Antes de debutar en el cine, junto a Clara Lago, en la película de Emilio Martínez Lázaro, Rovira se dedicaba a los monólogos y participó en programas de televisión como "Esto no son las noticias", "El club de la comedia" o "No le digas a mamá que trabajo en la tele".
Además de preparar la secuela de "Ocho apellidos vascos", el cómico malagueño acaba de rodar a las órdenes de María Ripoll "Ahora o nunca", junto a Clara Lago de nuevo y María Valverde.
En "Ocho apellidos vascos" interpreta a Rafa, un señorito andaluz que se enamora de Amaia, una vasca que se resiste a sus encantos. La película recaudó en taquilla 56 millones de euros, la mejor cifra que ha conseguido nunca una producción española.