Icíar Bollaín y Salvador Calvo se han sumado a la alfombra roja virtual de la 35 edición de los premios Goya, cada uno en un punto de España, la directora compartiendo 'La boda de Rosa' como impulso para animar a "cuidar a quien cuida" y el madrileño transmitiendo el "ejemplo de solidaridad" que es 'Adú'.
El equipo de 'La boda de Rosa' se conectó virtualmente rozando las seis y media de la tarde, con Iciar Bollaín, la directora, desde "un apartamentito" alquilado en San Sebastián, donde rueda 'Maixabel', elegantemente vestida con un traje negro y chaqueta amplia de brillo granate. También Sergi López, candidato a mejor actor de reparto, respondía desde su casa, camisa y traje negro, pero sin corbata, (dejando ver una boa de plumas color fucsia por detrás de su cabeza, apoyada en el sillón desde el que hablaba) y Paula Usero, aspirante a actriz revelación, en su casa y ya vestida para la gala telemática con un vestido de tirantes azul claro y un sobretodo de red plateada.
Nueve veces nominada Bollaín, ha agradecido la "impresionante" respuesta del público a su película, convencida de que "cayó en un buen momento" tras el "shock" de la pandemia, por la necesidad del público de "relajarse y reírse", y cuarta ocasión para el catalán, que quita importancia al hecho de irse de vacío. "Y esta vez qué -se ha reído López-, pues que cuando te vas haciendo mayor vas agradeciendo más estar presente, participar, estar en películas como 'La boda de Rosa'.
"Esto ya es un privilegio, y me doy por bien pagado", ha afirmado. Este año "raro", ha dicho, "es un honor" competir con Álvaro Cervantes, Juan Diego Botto y Alberto San Juan, un "cuarteto de crápulas". "Es un gustazo, somos la misma familia". A los pocos minutos, Álvaro Cervantes afirmó que se siente reconocido sólo con estar nominado junto a "tres referentes muy grandes" en su vida; "para mi es ya suficiente, es que ni en mis mejores sueños". Paula Usero, muy nerviosa, "expectante y muy agradecida de estar en casa, porque seguro que allí estaría peor", ha dicho, y ha añadido que va a intentar "disfrutar de la noche".
La joven actriz ha reivindicado a las mujeres que, como su protagonista, Lidia, la hija de Rosa, "es una mujer muy fuerte pero que viene de una depresión postparto muy heavy", para "romper también con ese tabú".
Un poco después asomaron a la alfombra de la 35 edición de los Goya el director de 'Adú', Salvador Calvo, acompañado de su pareja y su niña, todos vestidos de gala, los tres sentados en su casa; el nominado como actor de reparto Álvaro Cervantes; el guionista Alejandro Hernández y el productor Ghislain Barrois, todos ellos espectantes ante la gala. Para Calvo, "Adu" puede aportar en tiempos de pandemia un "ejemplo de solidaridad" y el "toque de que hay que mirar más allá de nosotros mismos y ser más solidarios con el prójimo". Al tiempo, el director desea, y así cree que lo deja claro en su película, "acaba con la idea de que los inmigrantes vienen a quitarnos algo. 'Adú' -ha dicho- lo desmonta".