Cuando le propusieron presentar los Goya, Manel Fuentes se acordó enseguida de Rosa María Sarda, una de sus ilustres predecesoras en este "arriesgado compromiso" que el periodista catalán ha planeado como "un gran acto de amor al cine", no exento de "crítica y autocrítica" pero sin "inquina".
Fuentes (Barcelona, 1971) toma el testigo de otros famosos televisivos como Eva Hache y Andreu Buenafuente, pero su referente en la conducción de la gala de los Goya es Rosa María Sardá, una de las figuras mejor valoradas en este reto que el presentador del programa "Tu cara me suena" afronta con "responsabilidad e ilusión".
"Tenía mucha relación con el hijo de la Sardá (Toni Mainat) cuando preparaba una de sus galas, lo viví en su casa y después repasamos con ella la ceremonia, fue un auténtico máster del que me he dado cuenta ahora", explica en una entrevista con Efe Fuentes, que también es director del gran evento del cine español.
En el monólogo inicial, de su puño y letra, Fuentes intentará captar el "complicado" momento que vive la cinematografía nacional y "al mismo tiempo poner el mayor humor posible" porque, al fin y al cabo, "estamos hablando de la gran fiesta del cine español, que nos ha dado puntas de calidad altísimas, proyectándonos al mundo como una industria muy poderosa".
Resaltar ese "rédito desde la creatividad que nos hemos ganado en el mundo" y también "retornar los afectos personales" que le han dado a Fuentes la gran pantalla será el principal hilo argumental de la ceremonia, concebida por "un gran acto de amor al cine".
"Las películas forman parte de nuestras vidas, incluso las malas", apunta el presentador quien, preguntado sobre la parte reivindicativa que suelen tener este tipo de ceremonias, asegura que él no va a hacer "un panfleto contra nadie".
"No es lo más relevante de la gala ni está pensada de esta manera, pero cuando un ganador sale a hacer su discurso, ese espacio de libertad lo puede manejar como quiera, nadie debe controlar eso", explica. Apunta no obstante que habrá cierta "crítica y autocrítica, pero desde el amor, no desde la inquina", porque "al final de esta salimos todos juntos y tenemos que ayudarnos, ese es el concepto". Y añade: "Queremos que esta fábrica de sueños nuestra funcione y que sea de todos, como dijo Enrique González Macho (presidente de la Academia de Cine) en su discurso del año pasado, ese sigue siendo el espíritu general".
Además, entre los hilos conductores de una gala que tendrá una escenografía "innovadora", estará por supuesto el de mostrar con humor las grandes películas del año, además de algún "guiño" a los predecesores del periodista catalán en este "arriesgado compromiso" de presentar los Goya, que él asumió porque, asegura, le "va el riesgo". Eso sí, el presentador televisivo, columnista de El periódico y hasta julio pasado conductor del espacio de "El matí" de Catalunya Rádio, se confiesa "muy pudoroso" a la hora de trabajar en el cine, un medio que no descarta pero en el que entraría solo "convencido por un director" de que es "necesario y adecuado para el proyecto".
De momento, se confiesa muy satisfecho de su labor como doblador de "Madagascar" y "Buscando a Nemo", los trabajos que "más valoran" sus hijos, "por encima de cualquier labor periodística o en otros medios", dice entre risas Fuente, padre de una niña de 6 años y un niño de 11. El conductor de los Goya no tiene claro que la bajada de las entradas acaben por beneficiar al cine nacional: "Es evidente que estamos en una situación de desventaje respecto a las 'majors' americanas y su capacidad de exhibición". También señala que es una buena señal la bajada de impuestos en las transacciones de obras de arte, dado que "nuestro IVA cultural es un poquito atípico respecto a otros países".
Después de presentar en directo este jueves el programa "Tu cara me suena", Fuentes volará al día siguiente a Madrid para preparar el ensayo final de la ceremonia de los Goya, un trabajo que afronta "tranquilo", porque como Capricornio se define "megaresponsable" y considera que "el trabajo que se ha hecho es bueno". Aunque, concluye, "en una gala de los Goya todo puede pasar....".
