El glamour y las sonrisas conquistaban el interior del Dolby Theatre de Los Ángeles mientras se celebraba la ceremonia de los Oscars. Todo perfecto.
Pero no. En el exterior, cerca de unos 200 trabajadores de la compañía Rhythm & Hues Studios, encargada de los efectos visuales de ‘La vida de Pi’, protestaban por la suspensión de pagos de su empresa mientras se anunciaba que acababan de ganar un Oscar.
La bancarrota del estudio llegó a principios de febrero y dejó sin cobrar a sus cerca de 400 empleados. Situación que contrasta con la buena salud comercial de ‘La vida de Pi’, la película con mayor recaudación entre las principales nominadas a los Oscar, con una taquilla mundial que supera los 583 millones de dólares.
Rhythm & Hues Studios dedicó a 600 de sus técnicos a diseñar el tigre de bengala que acompaña a Pi en su viaje, además de los efectos visuales del océano y el cielo, trabajo que ha sido reconocido con el galardón de la Academia de Hollywood, según cuenta la web Variety.