La 93ª edición de los Oscars ha terminado bajando el telón de uno de los escenarios más emblemáticos de la historia del cine como la gala más sobria pero también aburrida que se recuerda. Sin embargo, este año ha estado marcado por la diversidad y, sobre todo, la lucha contra el racismo. La ceremonia de este año ha estado realzada por las estatuillas a personajes más anónimos.
Aunque previsibles en algunos casos, la confirmación de los premios a protagonistas de perfil muy diverso dio otro aire a la gala. Pero al margen de estas novedades esperadas, también hubo algunas sorpresas:
Youn Yuh-jung, mejor actriz de reparto
La actriz surcoreana Youn Yuh-jung sí era una firme aspirante, pero la candidatura de Glenn Close y su alargada sombra hacía presagiar que al fin la actriz estadounidense se llevaría la estatuilla en su octava nominación. Sin embargo, se impuso la intérprete surcoreana por su papel en ‘Minari’, la tierna pero también dura historia de una familia de ascendencia coreana que se muda de California a la rural Arkansas.
Anthony Hopkins, mejor actor
Muchos esperaban un Oscar póstumo para Chadwick Boseman por ‘La madre del blues’, pero finalmente el premio acabó recayendo en el veterano Anthony Hopkins por su papel en ‘El padre’. Además, a sus 83 años, Hopkins se ha convertido en el ganador más mayor de la historia de los Oscar. El actor rindió un tributo a Boseman con un vídeo. "Quiero rendir un tributo a Chadwick Boseman, a quien nos arrebataron demasiado pronto", subrayó.
Un Oscar español
Sergio López-Rivera fue la gran sorpresa para el cine español. Aunque afincado en Estados Unidos, este cántabro se hizo un hueco en los premios con la estatuilla al mejor maquillaje por la película 'La madre del blues', junto a Mia Neal y Jamika Wilson, a quienes cedió el turno de palabra por ser las primeras mujeres de color que ganan este galardón.